México
México es la 13a economía más grande del mundo. Cuenta con una población relativamente joven de aprox. 130 millones de habitantes, con una edad media de tan sólo 29 años, la cual genera un PIB PPP de U$ 2,700 miles de millones.
Desde finales de los años 80, la economía del país se liberalizó rápidamente, reposicionándose para un crecimiento continuo.
Durante los últimos 35 años, México ha evolucionado con cambios internos que incluyen la privatización de sectores e industrias clave y una reducción significativa de la participación del gobierno en los negocios, así como con cambios externos que incluyen la renovación del T-MEC y la firma de tratados de libre comercio con más de 45 países, importantes reducciones en impuestos de importación y el fomento de la Inversión Extranjera Directa.
La comunidad inversionista internacional ha reconocido los importantes logros económicos y políticos alcanzados en nuestro país, habiendo logrado el Grado de Inversión desde 1999. Esto ha posicionado a México por encima de muchos de sus competidores latinoamericanos.
En las siguientes gráficas se puede observar el comportamiento de la Inversión Extranjera Directa y del Comercio Internacional en México en los últimos años, así como la Tasa de Riesgo País en Enero 2022:
Desde el año 2018, con la elección presidencial de un líder centro-izquierda, las instituciones han enfocado su atención hacia un gran segmento de la población que por décadas había quedado rezagado, ajustando paradigmas en el tejido socioeconómico del país con el objetivo de lograr cerrar las brechas en la sociedad.
A partir de las elecciones presidenciales del año 2000, México inició una sana alternancia política luego de 7 décadas de gobierno unipartidista. Este balance fue el resultado lógico de la liberalización económica y la mayor transparencia y rendición de cuentas demandada por la sociedad.
Desde el año 2020, los importantes efectos negativos a los sistemas económicos causados por la pandemia Covid-19 han resultado en fuertes disrupciones a los modelos globales de producción y logística. Como resultado, el mercado Estadounidense ha entendido la necesidad de near-shoring, dando lugar a una fuerte y sostenida inversión en plantas manufactureras y centros de distribución en México, lo que apoyará en forma contundente el desarrollo económico durante la próxima década.
Sin embargo, aún existen desafíos importantes para los inversionistas. Aspectos de desarrollo social, tales como educación, salud, empleo, justicia y el creciente tema de inseguridad, tomarán décadas en resolverse. Existen además retos en el sector empresarial, como son la eliminación de oligopolios privados y públicos, así como la necesidad de fomentar una cultura de respeto al consumidor y al bien común de la sociedad. Siguiendo lo sucedido en diversos países a lo largo de la historia, la sustentabilidad económica a largo plazo no puede alcanzarse sin justicia social.